La revolución digital está cambiando todos parámetros. Antes se utilizaban los beneficios del producto para vender, por ejemplo, un coche. Las acciones se basaban en las emociones que proporcionaban al comprador, en las emociones que se derivaban de la tecnología de los fabricantes de automóviles, en el diseño, en la velocidad, la seguridad, la comodidad, el estatus, en definitiva, todo aquello que se resumía en “el placer de conducir.”


Sin embargo, ahora para Opel parece que lo importante para vender sus coches es la tecnología digital más cercana al internet de las cosas. La marca de automóviles actualmente está emitiendo una campaña en la que un repipi y empalagoso niño “pone a parir” a su vecino porque su coche no tiene los gadgets de la nueva tecnología digital. Más parece que en lugar de un automóvil está hablando de la PlayStation y sus posibilidades y juegos… para terminar con una frase de bofetón: “¿es que no te puedes permitir un Opel?” Menos mal que el vecino es un santo y está muy bien educado y no le responde como se merece… ¡En fin! ¡Cómo ha cambiado el cuento para vender coches! Y yo, que no soy el experto, supongo que una marca como esta multinacional sabe bien lo que hace y lo que motiva a sus compradores. Eso sí, al niño repelente que lo quiten antes de que tenga un problema con su vecino.

Cambiando de tercio, El Corte Inglés acaba de publicar su nueva campaña de moda para Otoño. De nuevo hay que felicitar a este anunciante y su agencia porque, sin cambiar su fórmula habitual de modelos que muestran las nuevas prendas, esta vez lo hacen a través de una coreografía de baile que combina de escenarios, fotografía y un tema original y novedoso capaz rejuvenecer y mejorar su imagen sin romper con sus consumidores. Enhorabuena. Y felicidades, también, por ser capaz de tener presente también en su comunicación comercial a la nueva sociedad española y contribuir a normalizar las situaciones familiares. En su nueva campaña de vuelta al cole utiliza ocho cortos con los problemas y la forma de de enfrentarlos cuando llega este momento de las diferentes familias que sociológicamente componen nuestra actual sociedad, una de las más libres y tolerantes de occidente. Pues bien, uno de los spots muestra una pareja de hombres que ayudan a su hijo a forrar los libros. Sabemos que no es la primera vez que una marca utiliza este tipo de familia en sus campañas, pero lo que nos extraña es que todavía existan los chantajistas de siempre que recopilan firmas para que estos grandes almacenes retiren la campaña porque atenta contra la familia tradicional. Que El Corte Inglés muestre esta realidad es una buena noticia para normalizar nuestra sociedad. Porque en las grandes marcas también está el progreso de los ciudadanos y sus familias.

Y hablando de familias, otra marca que apuesta por ella es Ikea. Después de su fantástica campaña para anunciar su catálogo ahora nos ayuda con menos deberes y más cenas familiares. Magnífica campaña que nos ayuda a disfrutar más de nuestros hijos sin abandonar su formación y de la forma más divertida. Lo dicho, las marcas se hacen más grandes cuando ayudan a nuestra sociedad.

Dixit.